Al igual que ocurre con la variedad de olivo Arbequina, las plantas de Olivo conocidas como Arbosana también son originarias de Cataluña, más concretamente del Penedés, y por tanto la mayor parte de su producción se concentra en esa región.
De hecho, y dado que la recolección de las aceitunas Arbosanas se realiza tan sólo tres semanas después que la de las Arbequinas, muchas fincas han optado por intercalar árboles de ambos tipos para completar su producción y rentabilizar los recursos materiales y personales.
Sin embargo, desde Viveros Mediterráneo ya llevamos años sirviendo cientos de nuevos olivos de esta variedad a plantaciones de otras zonas diferentes de España como por ejemplo Jaén e incluso de otros países, ya que es una variedad que se adapta a la perfección a la modalidad superintensiva, su producción es bastante elevada y su sabor muy valorado.
Las zonas de plantación y explotación de olivos Arbosana deben tener como denominador común una climatología que no presente bajas temperaturas ni situaciones extremas de sequía, pues precisamente estos árboles, que en condiciones favorables son muy vigorosos y productivos, huyen de las dos condiciones anteriormente señaladas.
Una de las grandes ventajas de esta variedad y que está propiciando que sea muy demandada en la actualidad, es la regularidad campaña tras campaña de su producción, pues apenas rebajan el número medio de kilos de aceituna por árbol y son tremendamente productivos.
Su aceite se caracteriza por ser de gran densidad y sabor suave, muy recomendado para ensaladas de pasta, verduras y vegetales o incluso para repostería.